UN ADIÓS

A finales del año 2002 comenzó el asunto a ponerse serio. Tras uno de los casting de OT conocí a Agustín Z. D., el cual se convirtió tiempo después en amigo, y este fue el que me puso en el camino del espectáculo y las orquestas de forma profesional. Desde entonces todo ha sido un ir y venir por carreteras, pueblos y verbenas por la geografía española. 20 años después me encuentro aquí para finalizar esta etapa que si fuera diez años antes sería maravillosa pero otros diez años después se ha convertido en un calvario, una pesadilla, un infierno. El poco brillo que le quedaba a este mundillo se han encargado de que se pierda por completo con personas muy poco profesionales que no pagan a sus trabajadores, que no cuidan de que estemos bien y que por lo menos tengamos algo tan simple como agua. Desgraciadamente esto se expande al resto de personas y entidades como ayuntamientos, representantes y contratistas que abogan por la ley del mínimo esfuerzo pero dispuestos a recoger ganancias a espuertas mientras personas como yo, humildes trabajadores que nos comemos viajes infernales a horas imposibles más las 5 o 6 horas de espectáculo y luego para tu casa sin probar bocado o un poco de agua pues parece ser que no nos merecemos ni las gracias, nos hartamos a trabajar.
 
No quiero más sufrir así, hasta la extenuación y la ansiedad oprimida en el pecho, y por ello aprovechando que casualmente el hospedaje web de este sitio termina en junio, www.tsukino.es, doy por finalizada esta maldita etapa dejando de lado los escenarios, fiestas y verbenas. Aunque mi idea es mantener las ganas por cantar, ahora mismo siento que ya no quiero saber nada al respecto y todo me da pereza, no queda nada de ilusión. Es muy triste, lo sé, pero no hay muchas más vueltas al asunto. Aún tengo algunos bolos pendientes pero es muy probable que los cancele porque, una vez más, el cuerpo me dijo que hasta aquí y que no sigue para adelante.
 
Sin más, que no quiero dar la turra, cada quien tendrá sus propios problemas y agobios, quiero agradecer a todas y cada una de las personas que creyeron en mí, me apoyaron y tiraron del carro. Gracias por regalarme momentos inolvidables que muchos ni os imagináis con que cariño os guardo dentro del pecho. Gracias a aquellas personas que me alegraban la vida y que por ello movía cielo y tierra, que también estoy segurísimo que ni se imaginan quienes son, pero que le daban sentido a todo esto. En definitivas GRACIAS por estar ahí cuando hacía falta.

Digamos ADIOS sin mirar hacia atrás, sin volver a ahondar en los recuerdos que ya quedaron en el pasado y digamos HOLA a esta nueva etapa de vida que tenemos por delante con nuevos planes, nuevas personas, nuevos entornos y nuevos trabajos.
 
PERSIGUE TUS SUEÑOS SIN DESFALLECER HASTA QUE ESTOS NO TE QUITEN LA VIDA.
 
HASTA SIEMPRE 

Comentarios